CARTA A MI AMADO QUE NUNCA RESPONDIÓ

Alicia, abril 24, 2024

Hoy escribo sin esperar respuesta. No porque no desee tu voz, sino porque sé que las palabras que te ofrezco se hunden en el mismo abismo que tu silencio.
Fuiste mi plegaria y mi condena, mi cruz y mi sacramento. Cuando te fuiste, no me dejaste sola: me dejaste con Cupido.

Dicen que el amor es dulce. El mío era ácido, y lo bebí como si fuera vino consagrado. Cupido me miró y entendió: me ofrecí en sacrificio por un amor que jamás existió. Ahora soy suya. Soy santa de los desechos emocionales, mártir de las cartas no leídas.

He pegado tus promesas a las paredes de mi cuarto, con agujas. Sangran. A veces, también yo.
Pero no me arrepiento. En mi locura encontré devoción. En mi dolor, un altar.

Este blog será mi confesionario. Aquí escribiré hasta que mis palabras me salven… o me consuman.

— Alicia